Las Torres de Oeste se encuentran en el municipio pontevedrés de Catoira, para llegar a ellas justo antes del puente sobre el río Ulla que une Catoira con Rianxo nos desviamos y ya vemos las señales que nos llevan a una zona de aparcamiento donde también tenemos un hermoso paseo fluvial para disfrutar.
En el siglo IX se consideraba que la entrada a Galicia en nave era por el río Ulla desde donde se llegaba a Iria y posteriormente a Santiago, por eso era de vital importancia contra las invasiones y los saqueos la protección de este punto y fue Alfonso III quien ordenó la reconstrucción de las edificaciones en este punto de Catoira para la defensa de las tierras gallegas.
Durante los siguientes siglos las fortificaciones hicieron frente a varias incursiones piratas e intentos de saqueo y se mantenía como una de los principales puntos de defensa de la ciudad de Santiago.
A partir del s.XV esta fortificación fue perdiendo su valor estrátegico y su pérdida de importancia dio lugar a su decadencia. En 1931 fueron declaradas Monumento histórico-artístico y a partir de 1970 fueron restauradas.
El nombre de Torres de Oeste viene de que en el pasado lo que hoy es la península donde se asientan las Torres antes era una isla llamado Isla de Oneste que dío lugar a que el castillo se conociera como Honesto y que al final acabó deriavando en Oeste como se conocen hoy en día.
Si te dicides a vistarlas no dudes en subir andando al puente que cruza el río Ulla para desde lo alto contemplar una panorámica general del lugar.
El primer domingo del mes de agosto se celebra la Romería Vikinga donde los lugareños escinifican las invasiones vikingas sufridas en el pasado portando armas y bestimentas típicas de la época y haciendo el desembarco en la replica de drakkars. Una fiesta impresionante en la que es probable que acabes salpicado de vino.
Los drakkars que utilizan en la representación del desembarco los podemos ver amarrados en un pequeño pantalán que está al lado de las Torres.