Estamos en la verde y húmeda Galicia, pero lo que se levanta ante nuestros ojos es un mar de dunas que podría haber escapado de un relato sahariano.
La gran duna móvil es la atracción. Es tan espectacular que aquí se han rodado escenas de películas ambientadas en el desierto. Con más de 1 km de largo, unos 250 m de ancho y unos 20 m de altura, la duna móvil de Corrubedo se impone desde la distancia, blanca como una reina de arena, en este parque natural que es el más visitado de Galicia, con casi 300.000 personas al año.
Situado entre las rías de Arousa y la de Muros e Noia, el parque ocupa cerca 1.000 hectáreas. Está formado por las dunas, la playa de Corrubedo y las lagunas de Vixán, de agua dulce, y la de Carregal, de agua salada. Ambas acogen entre juncos y carrizos a las 3.000 aves acuáticas que viven aquí: cercetas, zarapitos, patos-cuchara, correlimos, chorlitejos. Un mundo de plumas y graznidos al que se suman las risas y carreras de las juguetonas nutrias.
Antiguamente se podía caminar por encima de la duna e incluso deslizarse desde su cumbre de 15 metros de altura hasta llegar a su base. Sirviendo así de entretenimiento de sus visitantes.