Fuego y agua se conjuran en una noche mágica donde la diversión y superstición se dan la mano.
La noche de este 23 de junio tiene lugar la mágica noche de San Juan, fiesta antiquísima que celebran todas las culturas, con la que se señala la entrada del verano, el momento de máxima luz solar, el día más largo del año.
Toda Galicia arde en esta noche de norte a sur y de este a oeste. Se levantan «cacharelas» o «lumeiradas» (hogueras) en cada casa; cada parroquia y cada barrio. La vista desde el aire es de miles de diminutos puntos repartidos por todo el territorio.
Se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con el del más acá. Es el momento de espantar los malos espíritus: En San Juan meigas y brujas huirán (En San Xoán meigas e bruxas fuxirán).
Toda Galicia huele esta noche a fuego, pero también a sardinas, que en el mes de junio están en su mejor época, y que se asan al aire libre sobre las “cacharelas” .
Es tradición cenar esa noche sardinas con “cachelos” y beber Queimada, tras recitar el conjuro.
El rito purificador de las hogueras se completa de otro rito con agua y plantas mágicas, que se dejan en agua toda la noche para lavarse por la mañana.
Las hogueras se encienden llegado el día 24, es decir, pasada la media noche. Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar nueve veces una hoguera esa noche (según las poblaciones, el número varía).
Además, en La Lanzada (Sanxenxo), las mujeres que deseen quedarse embarazadas pronto deberán meterse en el agua del océano y asegurarse de que su vientre es tocado por 9 olas, una por cada mes de embarazo.