La Diputación de Pontevedra (www.depo.es), con las Rías Baixas (www.turismoriasbaixas.com) como emblema, tienen mucho por descubrir. Además del maravilloso paisaje, los diversos pasos del Camino de Santiago que han hecho esta tierra mundialmente conocida y visitada, y su excelente gastronomía, goza de un grandioso patrimonio que este año se pone más en valor que nunca dado que 2018 ha sido nombrado Año Europeo del Patrimonio Cultural. Torres, castillos, yacimientos galaicos y una infinidad de legados religiosos, literarios, mitológicos y museográficos componen esta tierra que siempre tiene algo nuevo que enseñar. Teniendo en cuenta que ocho de cada diez europeos dan importancia a este aspecto y que en muchos casos es el motivo de visitas desestacionalizadas a Galicia, la presentación en FITUR de la campaña ‘Rías Baixas, somos historias’, está más que justificada.
El símbolo de esta promoción turística es el Castillo de Soutomaior, una joya arquitectónica cuya construcción data del siglo XII, que sirvió como fortaleza, más tarde como residencia de nobles, marqueses -y hasta fantasmas-, como sanatorio o centro de producción, lugar de reunión entre políticos para tomar decisiones importantes y que el próximo mes de abril finalizará su musealización. Se trata de un referente, uno de los lugares más visitados de las Rías Baixas -solo el pasado año recibió más de 20.000 visitas- no solo por su envidiable ubicación, sino también por su excelente estado de conservación, las historias que albergan sus muros y los maravillosos jardines abarrotados de camelias que lo rodean. Muchas de las cosas que se saben de él es gracias a una de sus habitantes más ilustres, María Vinyals, Marquesa de Ayerbe (conocida como “la Marquesa Roja”), que lo transformó en un espacio de intercambio cultural y creativo, con teatro, pintura, encuentros de escritores… Vinyals fue una mujer sin duda adelantada a su tiempo. Nació en 1875 en Pontevedra pero hablaba 5 idiomas, escribía, pintaba, interpretaba, conducía su propio coche y viajaba por medio mundo aunque adoraba su tierra natal.
El proceso de musealización del castillo ha sido especialmente laborioso por la dificultad en concretar la vida -y especialmente la muerte- de esta revolucionaria que abrió la puerta a muchos hombres y mujeres valientes que apostaron por el progreso, la cultura y el conocimiento en aquella época. Una mujer muy culta y carismática de la que apenas se sabe mucho y cuya vida, como se apuntó en la presentación, daría para más de una película o serie, y gracias a cuyos escritos se sabe por ejemplo de la existencia del fantasma de un alemán con mucho que esconder en las paredes del castillo… y que aseguran que no se perderá en abril la inauguración de este ‘museo’ que estará lleno de contenidos didácticos y experiencias para todos los públicos.
Además de Soutomaior, La Ruta de la camelia, que transcurre por los grandes pazos gallegos como éste o el de Oca, el de Rubiáns o Quiñones de León y que es visita obligada en otoño e invierno para contemplar su espectacular floración; o el laberinto o petroglifo de Mogor, una de las estaciones rupestres más reproducidas y analizadas de toda Galicia y de los más antiguos de Europa, son parte del amplísimo e ineludible patrimonio cultural que ofrece Rías Baixas (www.turismoriasbaixas.com).