Laza, uno de los carnavales más ancestrales de Galicia y que forma parte del triángulo mágico del Carnaval de Galicia, se pone a punto con el gran folión, que incluye antorchas, huesos, vino y el típico licor del xastré, en la antesala a los grandes días del carnaval que cada año atrae a más adeptos para disfrutar de una auténtica orgía festiva, en la que conviven hormigas rabiosas, harina y barro, además de los fachós.
Conocido como el viernes de folión, los fachós representan la primera parada de este curioso carnaval en la que participan todos los vecinos y también visitantes.
Una procesión nocturna recorrerá esta noche las principales calles de esta villa bajo la lumbre de los fachós (una especie de antorchas de paja), todo ello, bajo el estruendo de los chocos (cencerros) y cacerolas que no paran de sonar mientras los vecinos tiran trapos y la ceniza desde los balcones en la antesala a los actos centrales de este curioso carnaval.
Todo ello a lo largo de todo el recorrido que se extiende también a las parroquias limítrofes de San Xoán de Laza: Cimadevila y Souteliño.
Según apunta a Efe la antropóloga, Nieves Amado, este acto, que se celebra «desde que hay memoria» recupera «un rito agrario ancestral» que servía para purificar tierras y cosechas alejando a los malos espíritus.
Tras este acto, esta pequeña localidad de apenas 1.500 habitantes, se prepara para celebrar los días grandes del carnaval, primero, con la celebración del domingo de estreno, un ritual donde el personaje central del carnaval, los Peliqueiros, protagonizan su primera salida, coincidiendo con la salida de fieles de misa y que da paso al posterior reparto de la bica.
El día grande llegará el lunes con el denominado «Lunes Borralleiro», un acto donde ‘caen del cielo’ hormigas rabiosas, harina y trapos de barro en una auténtica catarsis de carnaval que lo sitúan como uno de los más singulares del norte de España y entre las celebraciones que uno debe visitar al menos una vez en la vida.
Y es que, existen carnavales ancestrales y luego está el de Laza, uno de los más famosos de Galicia a la par que uno de los diez más antiguos del mundo, cuya fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional.
Un de las especificidades que hay que conocer antes de ir a Laza es que este carnaval está hecho para los locales pero también para aquellos visitantes que quieran disfrutar de él.
No existe ningún prejuicio a la hora de ensuciar, golpear (los Peliqueiros) o molestar a los visitantes por lo que todo aquel que vaya ha de participar o al menos respetar las costumbres, sin enfadarse, medios de comunicación, incluidos.
Nadie está a salvo de recibir un zamarrazo con la fusta que llevan los Peliqueiros y de acabar lleno de barro o de hormigas que se mezclan con vinagre para hacerlas más rabiosas.
Otra premisa es que no se puede tocar al Peliqueiro, personaje «enigmático» de origen desconocido, que representa «la autoridad» del carnaval en esta pequeña población, que ve como estos días triplica como mínimo su población.
El momento fuerte del programa llega el lunes por la tarde con la salida de los Peliqueiros y la posterior bajada de la morena (un hombre disfrazado de vaca), todo ello acompañado por la lluvia de hormigas vivas enrabietadas, la harina y los toxos.
Previamente, los asistentes podrán disfrutar de acto singular de este carnaval, la ‘farrapada’ -una auténtica batalla campal de trapos de barro- tras la cual los visitantes podrán disfrutar de una tregua hasta la tarde, con la salida nuevamente de los Peliqueiros.
Acto seguido, entre el ‘lusco e fusco’, con el desfile de la comitiva, encabezada por la morena, un momento cargado de simbolismo, seguida de las hormigas rabiosas, la harina y los toxos en un cortejo casi amenazante que acaba en la Picota, donde continúa la fiesta hasta bien entrada la madrugada.
Para recobrar fuerzas, no faltará la cachucha, licor café o xastré -licor local- así como su famosa bica, que a diferencia del resto se elabora con nata y no con huevo.
Un completo programa que no es apto para todo tipo de públicos, solo para valientes.