El Ayuntamiento orensano de O Carballiño, centro de la degustación del pulpo gallego, ha anunciado su decisión de mantener la tradicional Fiesta del Pulpo, adaptada a las nuevas restricciones por la pandemia de coronavirus, con un formato «reducido» respetando las medidas de seguridad y de distanciamiento.
En una nota difundida en las redes sociales, el Ayuntamiento explica que, debido a la pandemia, la fiesta en esta 58 edición se celebrará con un formato «mucho más reducido».
La feria se adaptará a las «medidas establecidas para evitar posibles contagios» del coronavirus, siempre que la evolución de la pandemia lo permita durante los meses de junio y julio.
En concreto, el Ayuntamiento planea un programa de actos de «pequeño y mediano formato» en diferentes plazas de la localidad durante la semana previa del 1 al 9 de agosto.
El gran día de la festividad, el 9 de agosto, la intención del Gobierno local es adoptar un sistema que permita celebrar esa feria en el parque municipal y en establecimientos hosteleros del casco urbano para evitar posibles aglomeraciones.
Todo ello, «respetando siempre las normas de separación y de prevención establecidas por las autoridades para garantizar la máxima seguridad ante cualquier riesgo de contagio», apunta el Ayuntamiento.
En paralelo, esta edición será dedicada a los profesionales de enfermería y medicina, que estuvieron en «primera línea de lucha contra el covid-19», así como a los cuidadores, agentes policiales, trabajadores del sector de la distribución agroalimentaria y los que ejercieron labores esenciales durante el periodo de confinamiento de la población para evitar la propagación de la pandemia.
La postura de Carballiño difiere de actitud adoptada por muchos ayuntamientos gallegos que han decidido suspender las celebraciones de este año como medida de precaución para evitar una posible nueva ola de propagación de la pandemia.