La Playa de las Catedrales, en Ribadeo (Lugo) podrá visitarse a partir del próximo 1 de julio con solicitud de autorización previa a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, informa la Xunta en un comunicado.
Para visitar la playa era necesario pedir un permiso a través de una web que, a consecuencia de la crisis sanitaria, cerró temporalmente, pero que ahora abre de nuevo para solicitar los correspondientes autorizaciones.
Además de volver a activar la plataforma de autorización de acceso, en las últimas semanas la Xunta también diseñó un protocolo de medidas de prevención frente a la covid-19 para la visita al monumento natural, entre las que se encuentran la subida y bajada a la playa mediante turnos, regulados por los trabajadores, o la lectura de códigos QR para garantizar la distancia mínima de separación entre el trabajador y el visitante.
También se recomienda a los visitantes circular por la derecha en su tránsito en los caminos, mientras que el uso de mascarilla es obligatorio, siempre y cuando no se pueda mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros.
La Dirección Xeral de Patrimonio Natural ha accionado un operativo especial que se encargará de controlar el acceso a la playa de las Catedrales durante las semanas de los meses de verano que, junto con la Semana Santa, es uno de los periodos del año en el que las visitas están ya restringidas a un límite diario de personas y siempre con autorización previa.
El dispositivo de la Xunta estará formado por cuatro auxiliares de servicio o informadores que se encargarán de solicitar y comprobar las autorizaciones de los visitantes, con peones, que permanecerán en la zona del aparcamiento supervisando el acceso de los vehículos, y cuatro monitores ambientales, que realizarán las visitas guiadas.
De hecho, durante el verano estará a disposición de los visitantes el servicio gratuito de visitas, unos recorridos que serán dirigidos por dos personas que informarán sobre los principales valores ambientales del monumento natural.
Las visitas se organizarán en dos grupos de 25 personas cada uno y se disolverán cada media hora coincidiendo con la bajamar diurna, de manera que el número de pases diarios varía en función de las propias mareas.