El ‘Fareleiro’, que este domingo sitúa el protagonismo en la localidad de Xinzo de Limia (Ourense), es el primero de los tres rituales previos al gran domingo de ‘Entroido’ (acepción con la que se conoce el carnaval) en la comarca de A Limia, y supone, además, el inicio de un largo ciclo festivo en Galicia.
A pesar del temporal que azotó estos días toda Galicia, Don Carnal toma del mismo modo el mando en Xinzo en esta celebración del Domingo Fareleiro, una batalla campal en la Plaza Mayor con el reparto de media tonelada de harina.
«Es un día muy importante ya que es el primer domingo de celebración, que da inicio a todo un mes festivo», ha contado a Efe el alcalde de la localidad, Antonio Pérez.
A pesar de las intensas lluvias caídas estos días, la gente, tanto vecinos de la localidad como visitantes, llega con «muchas ganas de charanga, baile y de vivir el Entroido» en la localidad por excelencia del carnaval y cuna de todo un «sentimiento», como prefieren describirlo sus habitantes.
Buena prueba de ello, ha indicado el alcalde, es que «el alojamiento se encuentra a tope y no hay un sitio libre desde hace semanas en toda la comarca» en este carnaval, que arrancó ayer con el sábado de Petardazo.
En cuanto a sus orígenes, el Fareleiro -evento que estuvo prácticamente desaparecido tras los envites de la represión- evoca la entrega del salvado que hacían los hombres a las mujeres a las que querían cortejar y que a día de hoy se ha traducido en una batalla campal entre dos bandos donde el objetivo es vencer al rival, con la harina como elemento principal.
Tanto es así, que es habitual ver a los participantes, que acuden al domingo de «Farelada», perfectamente equipados, con ropa usada, gafas de buceo o mascarillas, a fin de evitar el contacto de la harina con los ojos o la boca, dada la gran cantidad de harina que se arroja durante la batalla.
Todo el que se acerca hasta el lugar no se salva de acabar cubierto de harina húmeda, de pies a cabeza, en este evento que ha conseguido -junto al Entroido de Laza- una relevancia internacional debido a su vistosidad.
A pesar del caos aparente, esta tradición, recuperada en los últimos años, después de que prácticamente desapareciese, tiene sus propias normas no escritas.
No tirar harina en los ojos, coches ni escaparates de los establecimientos comerciales, por ejemplo, según recogen los etnógrafos gallegos.
Con todo, no son pocos los establecimientos que cierran preventivamente sus negocios este día.
El Fareleiro supone el pistoletazo de salida a un mes de fiesta que, en el caso de Xinzo, se prolonga varios fines de semana seguidos, el Oleiro (12 febrero); Corredoiro (19 febrero), los días grandes del Carnaval, y, como colofón, el domingo de piñata, el 5 de marzo.
En el resto de la provincia, Verín inicia su ciclo festivo el 16 con el Xoves de Compadres, que da paso al Domingo de Corredoiro (día 19) con la salida de los primeros Cigarróns, personaje central de este Entroido, mismo día que Xinzo de Limia, con sus Pantallas.
Para ver a los Peliqueiros, en Laza, habrá que esperar al 26 de febrero, día da Estrea, y, en la jornada siguiente, el ‘Luns Borralleiro’, con la Farrapada y la bajada de la Morena y las hormigas rabiosas.
No son las únicas representaciones de un carnaval que salpica toda la provincia.
Al ‘triángulo mágico’, nombre que se le ha dado a las celebraciones de Xinzo, Verín y Laza, meca de la peregrinación carnavalesca en Galicia, hay que sumarle las conmemoraciones que pueden ser vividas en Maceda, con sus Felos; en toda la zona del oriente orensano, encabezado por Vilariño de Conso, Viana do Bolo y Manzaneda; y en otras localidades que han recuperado el carnaval en estos últimos años, como Bande y Riós.